Las arandelas nervadas o de tipo self-lock se utilizan para aumentar la fricción entre la cabeza del tornillo y la superficie de apoyo, evitando que el tornillo se afloje por vibración. Los nervios crean mayor fricción al penetrar en la superficie de contacto, que en muchas ocasiones es el aluminio.
De esta forma, además de distribuir la carga para proteger la superficie de la pieza ensamblada, previenen la pérdida de par de apriete de la unión roscada y en consecuencia, son eficaces para prevenir el aflojamiento.